En la memoria, la espectacular crecida registrada en el 2015 que anegó pueblos y campos. Las precipitaciones de los últimos días han puesto en alerta a los vecinos de la ribera del Ebro, que siguen expectantes el comportamiento del río ante la lluvia, que no deja de caer. El Gobierno de Navarra mantiene la situación de emergencia por inundaciones, en fase I, y pide especial precaución a la ciudadanía en la zona de la ribera, en donde está centrando los esfuerzos. Mientras, en Aragón, se aguarda con "nervios" la punta de la crecida, que podría obligar a evacuar poblaciones.

El pico de la crecida se ha retrasado sobre las previsiones iniciales y no llegará a Tudela hasta bien entrada la tarde, con un caudal similar al registrado en la riada de 2015, según ha informado el Ejecutivo foral.

De acuerdo con los últimos datos disponibles, el punto máximo de caudal ha pasado por Castejón entre las 8 y las 11 horas de esta mañana. El nivel máximo alcanzado por el Ebro en ese punto ha sido de 7,77 metros, un centímetro menos que la altura que registró hace tres años, lo que hace prever que las dimensiones de la avenida sean similares a las de entonces.

ROTURA DE DIQUES

El caudal máximo se ha producido en Castejón con un retraso de entre cinco y ocho horas sobre lo esperado. La rotura de algunos diques del Ebro en Navarra y La Rioja, y la consiguiente extensión del agua por las tierras aledañas al cauce, está laminando la avenida, lo que hace que su avance sea más lento, de forma que tardará en llegar a la capital ribera unas ocho horas.

El centro de Tudela, en la crecida del 2015. / EFE (VILLA LÓPEZ)

Para atender esa situación, el Gobierno de Navarra ha reforzado sus efectivos de protección civil en la Ribera. Así, ha desplazado un helicóptero, también ha incrementado las dotaciones de equipos de rescate acuático de Bomberos, la sala del 112, mientras que todas las dotaciones de patrullas de la Policía Foral de la Ribera hacen un seguimiento continuo del Ebro.

Las principales afecciones en zonas urbanas se van a producir en casco viejo de Tudela, en donde el agua ha comenzado ya a hacer presencia en las calles. En el caso de Buñuel, la posibilidad de inundaciones dependerá del comportamiento de los diques o motas. Por su parte, se prevé que todas las carreteras secundarias cercanas al Ebro aguas debajo de Tudela queden afectadas o cortadas, por lo que Protección Civil recomienda no utilizar el coche y, de tener que hacerlo, informarse antes de salir del estado de las carreteras. La presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, se ha desplazado este viernes a Tudela, en donde ha mantenido una reunión con los alcaldes y responsables municipales de las localidades del eje del Ebro afectadas por las inundaciones.

INQUIETUD EN ARAGÓN

En Aragón se mantiene la expectativa del comportamiento del río. Los vecinos de las localidades de la ribera del Ebro esperan "muy nerviosos" la llegada la punta de la crecida extraordinaria, lo que ha causado que ya se esté desalojando por precaución a personas mayores y dependientes en varios municipios.

En declaraciones a Europa Press, el alcalde de Novillas, José Ayesa, ha advertido de que "cada vez tenemos más riesgo de que el río invada el pueblo y estamos con uñas y dientes trabajando, pero es muy peligroso" dado que los terraplenes llevan "muchas horas muy mojados". En esta localidad, el Ebro alcanza una altura superior a los ocho metros, "pero llevamos 14 o 15 horas con la misma altura, porque en la zona de Navarra se han reventado varios terraplenes" y eso permitirá laminar algo la avenida.

La alcaldesa de Gallur, Yolanda Salvatierra, ha explicado que la altura del río "no alcanza los 7,5 metros, aunque la crecida no ha llegado todavía" al pueblo. "Hay muchos campos anegados, pero esperamos que el agua no llegue al interior del pueblo y pase pronto". Salvatierra ha transmitido la preocupación que existe entre los vecinos de Gallur ante la "sensación de tener el mar" dentro del municipio, lo que provoca "miedo y preocupación, como es normal".

EVACUAR A ANCIANOS

En Pradilla de Ebro ya se encuentran "evacuando a las personas mayores que tienen que ir a residencias", según ha detallado su alcalde, Luis Eduardo Moncín, a Europa Press. Asimismo, se están levantando más las motas porque "los caudales son superiores a los de 2015". "Si los caudales son los que nos dicen, habría que evacuar esta noche o cuando llegue la punta", si bien de momento los vecinos miran con preocupación al Ebro confiando en que la situación mejore. En este municipio se está recurriendo a la zona inundable y si hiciera falta se rompería alguna mota para dejar pasar el agua y "que haga de colchón" para evitar daños en infraestructuras agrícolas, caminos y acequias, ha comentado.