El turco Ali Agca, autor del ataque contra Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981, sostiene que el Vaticano fue responsable de su decisión de atentar contra el Pontífice, aunque asegura que organizó y perpetró el ataque en solitario.

En una entrevista al diario italiano La Repubblica desde la cárcel turca de Kartel Maltepe (Estambul), Agca afirma que "ama y respeta al Papa polaco", pero insiste en que "el diablo está dentro del Vaticano".

Tras calificar de "desvaríos" las acusaciones vertidas contra él por algunos miembros de la Santa Sede, dice que "sin ayuda de sacerdotes y cardenales no hubiera podido realizar aquel gesto", en referencia a los dos disparos que estuvieron a punto de costar la vida a Karol Wojtyla en la plaza de San Pedro.

El terrorista turco, que desde su detención ha ofrecido numerosas versiones contradictorias de lo ocurrido, asegura al diario romano que "el 13 de mayo de 1981 nadie en el mundo sabía de mi atentado".

"Recuerdo perfectamente el último minuto: había renunciado (a disparar) y estaba decidido a ir a la estación para volver a Zurich

(...) y vivir en paz. Pero en aquel momento sucedió un milagro, improvisadamente volví atrás y le disparé", relata. Actualmente el autor del ataque contra al Papa prepara un libro.