Un director novel, actores desconocidos, Suráfrica y extraterrestres convertidos en recordatorio de una sociedad perversa con los más débiles- Los ingredientes de District 9 son lo último que haría temblar a Hollywood. Pero han sido, tocados por la varita mágica de Peter Jackson como productor, el último varapalo a una megaindustria acostumbrada a tirar millones de dólares tras remakes, sagas y superproducciones poco originales que dejan la memoria a más velocidad que un meteorito.

District 9 ha conquistado la taquilla en Estados Unidos solo en el primer fin de semana, con 26 millones de euros, recuperando los 21 millones invertidos. Y no ha sido solo el público el que se ha entregado con pasión. La crítica se ha rendido a lo que se ha llamado "una de las más originales películas de ciencia ficción de los últimos años": en las webs Rottentomatoes y Metacritic, que hacen compendio de críticas, la puntuación es de 88 y 81 sobre 100.

No solo eso: empieza a hablarse de District 9 como una más que firme candidata a entrar en la terna por el Oscar a la mejor película del 2009.

ALIENIGENAS Y APARTHEID District 9 , como ha dicho Jackson, "nació el día en que murió el proyecto de llevar el videojuego Halo al cine". Cuando las discrepancias entre Microsoft y los estudios que financiaban la adaptación del videojuego frustraron el proyecto, el director de la trilogía de El señor de los anillos quiso ayudar al director escogido para esa película, el surafricano Neill Blomkamp. Jackson y su esposa y socia, Fran Walsh, animaron a Blomkamp a crear un largometraje a partir de su propio corto Alive in Joburg , buscando financiación independiente.

La base argumental de la película estaba en aquel corto: un platillo volante aparece sobre Johanesburgo y la llegada de los extraterrestres, colocados en un campamento de refugiados que pronto se transforma en peligroso gueto, empieza a desatar sentimientos xenófobos.

Jackson está feliz, pero también "realmente" celoso. "Me ha hecho querer hacer películas de bajo presupuesto otra vez", ha dicho un hombre que, antes de conquistar Hollywood, firmó obras como Mal gusto .