El vigente campeón del mundo de Fórmula 1, Fernando Alonso, tuvo ayer un día de lo más ajetreado que concluyó en un lugar sorprendente.

A lo largo de la jornada trabajó muy duro en el circuito de Jerez pese a que en principio no estaba previsto que acudiese a entrenar. En total dio 119 vueltas en una sesión cuyo principal objetivo era elegir los neumáticos que utilizará su Renault en las próximas tres carreras.

Pero Alonso, que acudió a Jerez debido a la inoportuna lesión en el hombro de su compañero Fisichella, no perdió el tiempo y nada más aparcar su flamante R-26 en los boxes del circuito de Jerez cogió su otro coche, el normal , y recorrió algo más de 284 kilómetros.

Y es que ésa es la distancia que separa Jerez de la Frontera de Mérida, el destino que se había marcado ayer el campeón del mundo más joven de la historia. La razón, que el sábado por la noche actuaba en la capital extremeña El sueño de Morfeo, cuya cantante, Raquel del Rosario, es la novia del corredor.

Fernando Alonso trató de pasar desapercibido y disfrutar como uno más del espectáculo organizado por el Ayuntamiento de Mérida en el albergue municipal El Prado.

Pero fue una misión imposible . Aunque se encontraba en una especie de zona VIP , apartado del resto del público, un grupo de jóvenes reconoció al piloto. Estos fans lograron acceder al corredor y éste accedió a firmarles autógrafos en unas camisetas e incluso se fotografió con ellos.

Pronto comenzó a correr el rumor entre las poco más de 1.000 personas que asistían al concierto. ¡Fernando Alonso estaba allí! Y fueron varias decenas de personas las que trataron de acercarse a él, entre ellas un fotógrafo, lo que provocó que el asturiano se batiese en retirada hasta la furgoneta oficial del grupo.

Finalmente se calmó la situación, el público fue retirado y quedaron allí apenas unas cuantas personas, entre las que se encontraban el concejal de Cultura, Fernando Molina... y el fotógrafo.

Alonso seguía sin salir de la furgoneta y sólo permitió que una persona de la Delegación de Cultura entrase en la misma con la promesa de que no distribuiría su foto. Al parecer ya había tenido problemas semanas atrás por una imagen similar que se había tomado en Vigo y que no había sentado demasiado bien a sus jefes .

Al final, y a pesar de las peticiones recibidas, la persona que se hizo la foto con él para sus hijas cumplió su promesa y Alonso esperó dentro de la furgoneta a que terminase el concierto para ir con todos los componentes del grupo al hotel Tryp Medea, en el que se alojaban.

Tras este rápido repostaje en Mérida, el piloto retomará su trabajo habitual y en breve viajará hasta Alemania para continuar su carrera hacia su segundo mundial consecutivo.