Un niño de 7 años, alumno del segundo curso de primaria del colegio Baró de Viver de Barcelona, falleció el domingo por la mañana en el Hospital del Vall d´Hebron tres días después de haber sufrido un "accidente" en las dependencias del colegio que se utilizan para impartir la asignatura de Educación Física. Fuentes próximas a la escuela explicaron que los hechos ocurrieron al finalizar la clase, cuando la maestra ya se había ausentado del aula, mientras la víctima "jugaba con unos compañeros.

Fuentes próximas a la investigación explicaron que el pequeño supuestamente se encaramó a una cuerda sujeta del techo por los dos cabos y, tras resbalar, sufrió "un golpe seco" que le causó la rotura de la tráquea. Otro relato hablaba de la posibilidad de que los niños practicasen con la cuerda una variedad del juego del ahorcado, consistente en cortarse la respiración. No obstante, el informe preliminar de la policía autonómica descarta que la muerte se relacione juegos extraños y que el niño accidentado estaba "solo" cuando le sobrevino la caída.