El ganadero jubilado Adolfo Navarro, amigo y convecino del alcalde de Fago, Miguel Grima, asesinado el 12 de enero de 2007, lamentó hoy que "mataron al alcalde y mataron a Fago" cuando el primer edil fagotano falleció por disparos de escopeta en una emboscada perpetrada en la carretera que une Majones y Fago. Navarro comparece esta mañana ante la Audiencia Provincial de Huesca como testigo, en la vista oral contra el ganadero y agente forestal Santiago Mainar, presunto asesino.

Aunque inicialmente rehusó hacer declaraciones, Navarro mantuvo un breve encuentro con los medios de comunicación momentos antes de acceder a la sede judicial, y comparó, irónicamente, con Jesucristo, el supuesto mesianismo del acusado, que ayer aseveró que se autoinculpó, cuando fue detenido en 2007, por "salvar a un pueblo".

Adolfo Navarro, que hoy vive en Jaca, aunque mantiene la casa abierta en Fago, expresó que "Fago no lo ha hecho desaparecer nadie más que nosotros mismos, que nos hemos ido" y, de hecho, "no hay juventud" y "no tiene vida propia", al contrario que antes, cuando sí había jóvenes y había cierta actividad económica, como su explotación agropecuaria.