El matador extremeño Antonio Ferrera abrió ayer por la tarde la puerta grande de la plaza de toros de Trujillo, después de cortar dos orejas, una a cada uno de sus toros y triunfar especialmente con las banderillas, con lo que consiguió poner al público en pie en las dos ocasiones.

La corrida comenzó con un minuto de silencio en honor al desaparecido periodista trujillano Guillermo Sánchez Valle, la plaza registró media entrada y la tarde fue calurosa y con cielos cubiertos.

Reseñar que ninguno de los toreros consiguió matar en la primera estocada y alguno de ellos pasó de los cuatro pinchazos, en lo que supuso un claro desdoro de su labor frente a los astados.

Enrique Ponce recibió dos ovaciones y saludó desde el tercio, Ferrera abrió la puerta grande y Guerrita Chico, que brindó su segundo toro a su apoderado y empresario de la plaza trujillana, Antonio Población, le puso voluntad y se llevó dos ovaciones del público asistente.

EL ARTE DE LAS BANDERILLAS Pero sin duda, Ferrera con las banderillas, hasta cuatro pares llegó a poner en su segundo toro, y con una tanda de naturales en el primero que fue muy ovacionada, se convirtió en el verdadero animador del festejo, en la parte positiva, porque en la parte anecdótica, cobró protagonismo el tercero de Guerrita Chico, al que hasta en dos ocasiones pretendió poner las banderillas y salió por piernas sin conseguir su objetivo.

José María Tejero ocupó su lugar en el primero después de estos intentos y le cubrió directamente en el segundo.

LA BANDA MUNICIPAL Finalizado el festejo, el Club Taurino Trujillano le entregó a Antonio Ferrera el trofeo de triunfador de la pasada temporada, aunque el acto sirvió también para recordar el triunfo de la tarde. Por cierto que en la corrida la banda municipal estrenó el pasodoble Club Taurino Trujillano , escrito por Pedro Alvarez Ríos.