El doctor Antonio Tapia (en la foto, en su despacho) tiene el bisturí y la lengua firmes. Al mismo tiempo que denuncia la "guerra social" que se ha declarado contra la cirugía estética, parpadea con horror ante esos accidentes geográficos que se pasean por la tele: escotes que, más que canalillos, parecen el Cañón del Colorado, y rostros movedizos con edades indeterminadas entre los 60 y los 100 años. Sin embargo, él dice que nada de eso tiene que ver con su especialidad. "El 75% de la gente conocida ha pasado por el quirófano --calcula, con ojo clínico--. Y en nueve de cada 10 casos, ni se nota".

Que respiren hondo los actores, cantantes, empresarios y periodistas que han pasado por sus manos "de artesano" y a quienes les ha practicado alguna de las operaciones que detalla, de pe a pa, en el libro que acaba de publicar, Tú decides. Todo sobre la cirugía estética ( Planeta). Porque el doctor Tapia mantiene a sus pacientes bajo secreto sumarial. El manual es 100% médico. Así que si alguien lo quería comprar para saber cuántos liftings se ha hecho su folclórica de cabecera, que vaya cambiando de idea.

Una cosa, revela el doctor, sí tienen en común el periodista, el actor y la folclórica: son los que más tiritan a la hora de operarse. "Viven de su imagen y saben que cualquier error puede ser letal", admite el médico, quien asegura que algunos profesionales en paro han vuelto a la pole-position en sus áreas tras pasar por sus manos.

Eso no dirá mucho en favor nuestro, pero, según el doctor, "esta sociedad devora". Y España --atención, atención-- es el país europeo donde más intervenciones se practican. Con 20 años de profesión, el doctor ha ido cambiando los trazos de su bisturí. Ahora, la tendencia son rostros naturales y siluetas curvilíneas. Hace cinco años, coincidiendo con la irrupción de Gisele Bundchen en las pasarelas, se dejaron de desear los cuerpos con superávit de acelgas. "Los pechos, por ejemplo, han pasado de la la talla 80-85 a la 90-95", dice el médico.

"Muchos personajes hacen un flaco favor a la cirugía, porque han hecho del exceso una forma de vida --afirma--. ¡Hay algunos que parece que no puedan ni comer ni beber sin que se les caiga la boca!".

SUSTANCIA MILAGROSA

El penúltimo milagro antiarrugas en California es el Botox, que bloquea el estímulo del nervio y el músculo. "Dicen que si lo prohibieran, la costa oeste se hundiría", se ríe el doctor Tapia, antes de revelar que muchas estrellas, se inyectan sustancias para perfilar o suavizar los rasgos.