Varios vecinos de la localidad de Abenójar (Ciudad Real) han solicitado su baja de la Hermandad de la Virgen de la Encarnación, después de conocer que el Obispado de Ciudad Real exigiera a la hermandad la expulsión de María Rey, de 54 años, por su "conducta manifiestamente escandalosa", al celebrar su boda civil con una mujer con la que llevaba compartiendo su vida más de quince años.

Además, algunos vecinos de la localidad acudieron ayer a la romería de la Virgen de la Encarnación con camisetas en las que se podía leer "Encarnación sin discriminación".

La ex presidenta de la hermandad, Benita Rey, explicó, en declaraciones a La Tribuna que al menos una decena de hermanos de la Cofradía de la Virgen de la Encarnación, que cuenta con unos 600 miembros, ha solicitado su baja en la misma como consecuencia de la expulsión de Rey por parte del Obispado.

María Rey Santos dijo ayer que la decisión del obispado no la va a separar ni de su pueblo, ni de su Virgen. Rey Santos, pidió a la Iglesia que cambie "de una vez, si quiere unir en vez de separar a los cristianos".