Apple presentó en la noche del martes su nuevo Apple TV, un aparato que permite enviar vídeo del ordenador al televisor, y su esperado iPhone, que combina la capacidad de reproducción de música de los iPods con la telefonía, el acceso a correo electrónico y una cámara digital.

Steve Jobs, el máximo ejecutivo de Apple, robó la fiesta a la Feria Internacional de la Electrónica (CES), que congrega a más de 140.000 profesionales del sector en Las Vegas hasta hoy.

Su mirada se concentró en el gran ausente, Apple, pues con el iPhone y Apple TV Jobs hizo en su propio certamen en San Francisco, el MacWorld, dos de los anuncios que habían generado más rumores en los blogs de tecnología en los últimos meses.

El iPhone es un teléfono rectangular de 11,6 milímetros de grosor, que lo coloca entre los más finos del mercado, lo que no ha impedido que Apple haya exprimido una cámara de dos megapixels en la parte de atrás, que es plateada. Se opera tocando menús en su pantalla, la cual ocupa toda la parte superior.

Su memoria es de 40 gigabaytes puede almacenar música, fotos y, como máximo, 50 horas de vídeo. Vale 499 dólares y estará disponible a finales de año.