Lo han vuelto a hacer. Dos años después de que revolucionaran el mundo del ordenador personal con un modelo que reducía la torre a un cono y movía la pantalla como un girasol, Apple ha vuelto a cambiar la estética del PC privándole del elemento hasta ahora más característico de estas máquinas: la torre. El nuevo iMac, que presentaron ayer en la feria anual europea de la compañía, tiene en la pantalla todo menos el teclado y el ratón, y con el procesador más veloz.

La nueva máquina, que saldrá a la venta a mediados de septiembre en todo el mundo, parece inspirado en un tipo de ordenadores de sobremesa Vaio que Sony curiosamente sólo lanzó en Japón. Un avance también de pantalla panorámica, colores claros y altavoces laterales que equiparaban la estética del PC a un televisor.

Ahora, el equipo del británico Jonathan Ivy, el mismo que creó el primer iMac, ha reinventado el concepto y ha integrado los altavoces en la parte baja de la pantalla, por lo que el sonido rebota en contacto con la mesa. "Hemos querido hacer una máquina tan simple de diseño como la anterior, en la que no sobre ni falte nada", explicó Ivy en un vídeo. También han cambiado la posición de los puertos, que componen una estética fila vertical en la parte trasera. El modelo, además, incluye grabadora, conexión inalámbrica y tarjeta gráfica.

"Hemos hecho una máquina tan bonita por detrás como por delante", anunció ayer Philip Schiller, vicepresidente mundial de ventas y márketing y número dos de la compañía que preside Steve Jobs, ante las 4.000 personas que asistieron a la conferencia inaugural de la feria Apple Expo que se celebra en París.

La audiencia celebró la novedad igual que si el modelo hubiera sido de verdad (y no el prototipo que realmente era) y que si la hubiera presentado el propio Steve Jobs. El gurú de la compañía, y una de las personas más influyentes del mundo de la informática --que suele reservarse este tipo de anuncios--, se recupera en California de la extirpación quirúrgica el pasado agosto de una extraña forma de cáncer de páncreas.

Corazón potente

Pero además del espectacular exterior, la nueva máquina supone la adaptación del procesador más potente de la casa, el G5, a una máquina portátil. Para ello han tenido que inventar un nuevo sistema de refrigeración ultrasilencioso y un diseño supercompacto que permite meter en apenas dos dedos de grosor de la pantalla panorámica de 17 o 20 pulgadas una memoria de hasta 2 Gb, un disco duro de hasta 160 Gb y una tarjeta gráfica de 64 Mb. El precio, a falta de ajustes con impuestos, va de los 1.399 a los 2.059 euros.

Apple anunció también su próximo sistema operativo, Tiger, en la primera mitad del año próximo.