Holanda dio ayer su visto bueno a la polémica ley que convierte automáticamente a todos los ciudadanos en donantes de órganos, a menos que afirmen en vida y explícitamente que no desean serlo. Los que no muestren su rechazo en vida, y tras el envío de dos cartas de aviso para que aclaren su posición, se registrarán en el sistema bajo la etiqueta de «no objeción». Sin embargo, si los parientes tienen «serias objeciones»y «problemas insuperables» con la donación de los órganos de su familiar, podrían oponerse a pesar de que el fallecido haya dado su permiso para ser donante. La nueva Ley de Donantes ha sido aprobada en el Senado holandés con 38 votos a favor y 36 en contra. Esta previsto que la norma entre en vigor el 1 de julio del 2020, acompañada de una gran campaña que explique al ciudadano los cambios.

La medida ha levantado cierta polémica y debate en la cámara del país centroeuropeo. Los senadores que votaron en contra consideraron que un Gobierno no puede decidir sobre los órganos de un ciudadano, mientras que otros afirmaron que esta nueva ley generará demasiados costes y problemas, y nada asegura que tenga mejores resultados que el sistema actual, que exige registrarse en vida para ser donante tras el fallecimiento. Este proyecto, presentado por la democristiana Pia Dijkstra durante la anterior legislatura, se debatió durante varias jornadas en el Senado y estuvo rodeado de dudas durante los últimos meses.

Unas 150 personas mueren cada año en Holanda mientras están en lista de espera para un hígado o un riñón, por ejemplo, y las campañas para persuadir a los ciudadanos a inscribirse voluntariamente como donantes no han dado grandes resultados en los últimos años.

Esta ley es buena porque muy pocos piensan sobre la donación de sus órganos y esto les obligará a tomar una decisión, pero creo que el Gobierno no puede decidir por la gente sobre su cuerpo, y con esta ley lo hace», lamentó el lunes a Efe la holandesa Merel Driessen, donante registrada y editora de una web sobre donación de órganos.

Por otra parte, la psicóloga holandesa Inge den Boer recuerda que tomar una decisión de este tipo en pleno luto requiere de «entendimiento» y recomienda «no intentar convencer» a los parientes para que autoricen la donación, sino «darles información, tiempo y espacio».

El nuevo método tiene el objetivo de eludir el vacío creado por las personas que no se pronuncian sobre el asunto, y por tanto, convertirá de forma automática a todos en donantes. Si no responden, se dará por hecho que no tiene objeción, sus órganos y tejidos pueden utilizarse para trasplantes o investigación.