En Francia, la oenegé Arca de Zoë tenía claramente marcado su objetivo: "Salvar de la muerte a cientos de niños de Darfur y trasladarlos a Francia". En Chad la misión reconocida no tenía nada que ver: "Crear un centro de acogida de urgencia y un hospital de campaña" para "los niños del este del país", según el documento presentado por la asociación a las autoridades chadianas dado a conocer ayer por el diario Le parisien .

Este elemento se suma a los indicios que han llevado a las autoridades judiciales de Chad a acusar de tráfico ilegal de niños y de estafa a los nueve franceses que formaban parte de la expedición y de complicidad y estafa a los siete tripulantes del avión de la compañía catalana Girget, fletada por la oenegé para trasladar a los pequeños. Los 16 europeos, detenidos el 25 de octubre en Abéché cuando intentaban evacuar a 103 niños, fueron trasladados ayer a la capital de Chad, Yamena. El cambio de jurisdicción se interpreta como una señal positiva. Se espera que al menos las cuatro azafatas españolas y dos de los tres periodistas que viajaban con la oenegé sean liberados próximamente por no mantener relación con la actividad de Arca de Zoë.

La liberación de toda la tripulación y de los periodistas constituye la "primera prioridad" del Gobierno francés, cuya secretaria para los derechos humanos, Rama Yade, recibió ayer a los familiares de los detenidos. Los cooperantes lo tienen peor. Aunque la diplomacia francesa --que inicialmente se limitó a condenar una acción que calificó de "ilegal"-- ha empezado a movilizarse para intentar que sean juzgados en su país, su situación es cuando menos delicada. Francia se mueve con pies de plomo para evitar un conflicto diplomático con Chad, su aliado en la zona donde en próximos días deben desplegarse 3.000 soldados europeos para proteger a los refugiados de la guerra de Darfur.

La prueba de que el responsable de Arca de Zoë, Eric Breteau, detenido en Abéché, engañó a Chad pone aún más en entredicho la supuesta buena fe de la oenegé. El documento habla de una "operación humanitaria" para atender a niños "en situación de gran vulnerabilidad" y la construcción de "un centro de acogida para niños aislados". Pero no explicita que sea una operación para sacar del país a huérfanos, como dijo la oenegé a 300 familias francesas que pagaron entre 2.800 y 6.000 euros para acoger a uno de ellos.