"Nunca habíamos visto nada igual. Es el cayuco de mayor ocupación y el de mayores dimensiones que ha llegado a las costas españolas". Así de contundente se mostraba ayer José Antonio Corujo, coordinador de emergencias de la Cruz Roja, sobre la barcaza de 30 metros de eslora que arribó de madrugada al puerto de Los Cristianos (Tenerife) con 229 inmigrantes a bordo.

La embarcación, que partió hace cuatro días de Mauritania y en la que viajaban 25 menores, fue avistada a 55 millas de Gran Canaria y remolcada por Salvamento Marítimo. Cinco de los ocupantes fueron hospitalizados.

Sobre las tres de la tarde, llegó a Gran Canaria otro cayuco con un centenar de sin papeles que desembarcaron por sus propios medios aunque supervisados por Salvamento Marítimo pasadas las tres de la tarde, confirmaron fuentes del Centro de Emergencias 112.

El puerto de Pozo Izquierdo, en la costa del municipio de Santa Lucía de Tirajana, fue el escenario del desembarco de los inmigrantes, a cuyo encuentro acudieron por tierra agentes de distintos cuerpos de seguridad, así como sanitarios de Cruz Roja y del Servicio de Urgencias Canario, que no apreciaron especiales problemas de salud en ninguno de los inmigrantes.