Lo que era una zona de canchales junto al centro de Plasencia (en las traseras de Sor Valentina Mirón) se ha convertido en un parque de esculturas, al estilo del museo Vostell de Malpartida de Cáceres. Aún no está terminado, pero ya alberga ocho de las doce que el escultor y profesor de dibujo en el instituto Virgen del Puerto Antonio Blázquez se ha comprometido a instalar.

Para él, este proyecto ha sido y es "un reto y un antes y un después en mi trabajo" --ha expuesto obras en todo el país-- que le ha llevado veinte años hacer realidad, ya que fue en 1985 cuando propuso por primera vez al ayuntamiento levantar un parque de esculturas. Inicialmente, su idea era llevarlo al parque de Los Pinos, pero entonces le ofrecieron ser el primer director de la escuela taller y aparcó el proyecto. Más adelante lo retomaría con la intención de ubicar las esculturas en Valcorchero, pero tampoco fue posible porque tuvo que marcharse de la ciudad por motivos profesionales y finalmente, en el 2005, las ediles Raquel Puertas y Mónica García hicieron posible que pudiera poner en marcha este museo al aire libre, en la ubicación actual.

Casi dos años de trabajo ya han dado frutos porque lo que antes eran canchos y una zona verde que crecía salvaje, ahora sorprende a los vecinos y paseantes por las ocho esculturas de entre tres y ocho metros y medio aproximadamente que ha ido instalando. Su materia prima ha sido el granito, la pizarra y el hierro y su lugar de trabajo, la finca municipal de Capote. "He utilizado las piedras desechadas que encontraba en Capote, allí las he cortado y después, ha sido necesaria la ayuda de una grúa para trasladarlas".

El resultado son figuras tan dispares como un conjunto de tubos de hierro que rodean uno de los canchos o una torre hecha a base de piedras de granito que da la sensación de que pudiera caerse en cualquier momento. Es la impresión que quería causar Antonio, pero aclara que "van todas muy bien fijadas, con espigas interiores y en algún caso, introducidas hasta un metro y medio bajo tierra. No es fácil que se caigan".

Para realizar estas figuras se ha basado en las nuevas corrientes escultóricas, ya que "parto de formas figurativas, pero hago abstracción. La escultura actualmente no son monumentos o estatuas". Pero su principal objetivo ha sido "buscar la integración de las esculturas con el entorno" y en este sentido, destaca el lugar elegido para ubicarlas porque "depende del camino por el que paseen quienes vengan a verlas, surgirán o se ocultarán entre las rocas. Esta zona favorece un cambio de dimensiones que en un espacio cerrado no se podría conseguir".

Por eso, confiesa que realizar este parque de esculturas era "una oportunidad única, no lo hay en otro lugar de la ciudad". En octubre, vecinos y visitantes podrán verlo terminado.