Manuel Gudiño (Badajoz, 1975) se acercó al mundo del arte por culpa de hermano mayor. "Cuando éramos pequeños no me dejaba coger ningún juguete, así que lo único que me quedaba era un lápiz y un papel y ponerme a dibujar", recuerda. Su imaginación y algunas nociones básicas que le proporcionó su padre hicieron el resto. Su formación la completó con un módulo de Formación Profesional en Madera.

Ahora combina su profesión de ebanista con su faceta artística y hace tan solo unos días inauguró su última exposición en La Tetería, en Badajoz, con el título Arte reciclada en relieve . Ha dejado atrás los óleos, el acrílico y el pastel, para apostar por una técnica más arriesgada que le ha llevado a incorporar a sus cuadros, en relieve, todo tipo de objetos de desecho. "Utilizo materiales que ya no me sirven, cosas que me regalan amigos o que me encuentro por la calle. Les voy dando forma en la cabeza y luego intento plasmarlo sobre el cuadro".

En las 17 obras que expone en La Tetería hasta el 5 de junio ha usado restos de madera de los muebles que fabrica en su carpintería, cuerdas, tuercas, tornillos, masillas, restos de pinturas... ¿Por qué lo hace? "La idea surge por el daño que hacemos al medio ambiente, porque no reciclamos, para demostrar que se puede utilizar y aprovechar todo".

Gudiño añade otra motivación: hacer ver que el arte no depende del valor económico de los materiales que se utilicen, sino del espíritu creativo del autor. "Parece que hoy día solo puede tener obras de arte quien se lo puede permitir económicamente, pero se pueden hacer obras de arte con la misma belleza, o no, pero al alcance de todos", reflexiona. De hecho, él lo ha conseguido, pues ha conseguido vender casi todos los cuadros de esta colección reciclada . En esta exposición ha contado con la colaboración de Marcio Cruz, que ha coordinado la muestra y es el autor de los textos que acompañan a modo de pequeñas historias a cada uno de los cuadros.

Asegura que aún le quedan mucho que explorar en esta nueva técnica en la que se ha adentrado, por eso ya tiene fraguadas otras obras de esta misma tipología. "Tengo mucho más de lo que he enseñado, pero no está del todo terminado. Todos los cuadros tienen un reposo y yo trabajo en etapas y pienso terminarlos, hacer algunos más y volver a exponer con las misma temática".

La fuente de inspiración de este artista sin desperdicio es inagotable pues sus ideas, además de en su cabeza, van tomando forma cuando encuentra objetos en la calle, en contenedores, cuando sus amigos se quieren deshacer de trastos viejos o en los retales de madera de su carpintería. Con imaginación, lo que es basura para otros en sus manos se convierte en arte.