Los proyectos para tener éxito tienen que estar presididos por grandes dosis de ilusión, trabajo y tesón. Si el proyecto está, además, relacionado con el duro deporte de la montaña requiere estar adornado por otro tipo de virtudes como la resistencia física, el amor a la naturaleza, la habilidad, el conocimiento del entorno o la técnica necesaria para llevarlo a cabo.

En Extremadura ha surgido un nuevo proyecto en este sentido. Se llama ´17+1´ y se marca como objetivo subir las diecisiete cumbres mas altas de cada Comunidad Autónoma de España y la cima más alta de Portugal.

Un proyecto, sin duda, sumamente atractivo que quiere poner en marcha el Club Deportivo Mundo Vertical, surgido con el objetivo de difundir y practicar los deportes de aventura, y que será respaldado de forma entusiasta por la asociación juvenil ´7 Torres´, ambas radicadas en la localidad pacense de Barcarrota.

Las cimas que los miembros del club pretenden ascender son las de Torrecedo, en Asturias y Castilla-León, la de Torre Blanca, en Cantabría, Peña Trevinca, en Galicia, Aitxuri, en País Vasco, Mesa de los Tres Reyes, en Navarra, Aneto, en Aragón, Pica D´Estats, en Cataluña, San Lorenzo, en La Rioja, Pico Lobo, en Castilla La Mancha, Peña Lara, en Madrid, Torreón, en Extremadura, Cerro Calderón, en la Comunidad de Valencia, Piug Major, en Baleares, Revolcadores, en Murcia, Mulhacén, en Andalucía, Teide, en Canarias, y Sierra de la Estrella, en Portugal.

El proyecto lo llevarán cabo dos estudiantes de la Universidad de Extremadura. José Ricis Guerra, que estudia Psicopedagogía, y Manuel Martín Costa, de Educación Física, "acompañados por la vallisoletana María San Martín, estudiante de Relaciones Laborales en la Universidad de Salamanca".

Como buenos estudiantes, el proyecto, embrionario aún, "tendrá como fecha de comienzo la terminación de los exámenes de febrero". Será, pues, el 10 de febrero, cuando estos tres jóvenes, de poco más de veinte años, inicien un proyecto cuyo primer objetivo es asaltar la cumbre lusa de la Sierra de la Estrella, de 1.993 metros de altitud.

"El porqué de coronar las cimas más altas de la Península Ibérica es un reto personal, para conocer nuestros propios límites, y deportivo, por el placer de hacer montaña. Al mismo tiempo nos permitirá conocer nuevas culturas, nuevos paisajes, conocer gente con el mismo espíritu e inquietudes que nosotros...", explican a la hora de justificar su hazaña.

Tienen previsto llevarla adelante, pese a no contar con ningún tipo de respaldo a nivel institucional o privado, costeándose todos los gastos que de la empresa se deriven. La fecha de duración prevista para cubrir todas las cumbres será de dos años. El espíritu aventurero no es patrimonio de los jóvenes, pero ellos tienen ambas cosas.