Una mujer de 32 años, nacida en Guatemala y madre de dos niños, fue asesinada a última ahora del sábado en la localidad vizcaína de Durango de una puñalada en el estómago. El excompañero sentimental de la víctima, Felipe Ardanza, de 35 años, resultó detenido a media mañana de ayer por la Ertzaintza como presunto autor del crimen. La orden de alejamiento que pesaba sobre Ardanza no sirvió de nada. Ya la había transgredido en otras ocasiones.

Sobre las nueve de la noche del sábado, el presunto agresor se acercó hasta el número 8 de la calle Alluitz de Durango y llamó a la puerta del domicilio de su excompañera. Cuando ésta abrió la puerta, apenas hubo un cruce de palabras. En el mismo rellano, le clavó un cuchillo y se dio a la fuga.

Malherida, con una sola zapatilla y ropa de estar en casa, la víctima logró acercarse al restaurante italiano que se encuentra en el mismo edificio y pidió socorro. "Cuando la vi entrar, llamé rápidamente a la ambulancia. Sangraba mucho", comentó ayer consternada una empleada del establecimiento. Trasladada al hospital de Galdakao, murió poco antes de las 2 de la madrugada de ayer.

La preocupación de la primera mujer víctima de la violencia sexista en Euskadi este año (es la segunda en España) no fueron sus heridas, sino sus dos hijos menores, una niña de 4 años y un niño de 11. "Nos decía que estaban solos", apuntaron ayer fuentes de la DYA que prestaron los primeros auxilios en el bar donde la mujer buscó ayuda. Al parecer, la niña era hija del presunto asesino.

Una vecina reconoció que la situación y las agresiones eran conocidas entre los residentes en el edificio. Ayer relató que durante el pasado verano el presunto autor del crimen acudió a la casa y llegó a dar una paliza a la joven. Ofelia decidió separarse. Sobre Felipe Ardanza pesaban denuncias por malos tratos.

HUIDA Y CAPTURA La Ertzaintza confirmó primero la huida del presunto autor del crimen, que abandonó a la carrera el lugar de los hechos. Tras unas horas de búsqueda, la policia vasca lo localizó en un barrio de Durango y procedió a su detención.

El ayuntamiento de la localidad vizcaína, de poco más de 26.000 habitantes y de donde es natural el agresor, ha convocado para mediodía de hoy una concentración de repulsa por este nuevo asesinato.