La policía de Illinois encontró este fin de semana dentro de una lavadora y una secadora los cadáveres de los tres hijos de una mujer embarazada que había sido asesinada la semana pasada. Además, tras matar a Jimella Tunstall, de 23 años, le sacaron del vientre el feto de siete meses. Los cuerpos de los menores, de 7, 2 y un año, fueron encontrados en estado de descomposición en el apartamento en el que vivían, según uno de los miembros del equipo de investigación del suceso.

AMIGA DE LA FAMILIA La policía los halló en la noche de ayer, pocas horas después de que Tiffany Hall, de 24 años y amiga de la familia, fuera acusada de la muerte de la madre de los pequeños. Los niños permanecían desaparecidos desde el pasado lunes, fecha en la que se les había visto por última vez en compañía de Hall. Fue la propia Hall la que indicó a la policía que los niños estaban en el apartamento. "No dijo que los había matado" pero sí que los podrían encontrar "por el olor", declaró Ace Hart, funcionario de Saint Louis.

Los agentes ya habían estado en la vivienda en busca de fotografías de los menores y de posibles pistas en torno a su paradero pero "¿Quién hubiese mirado en la lavadora y secadora?", añadió Hart. Se espera que la autopsia a los cadáveres de los pequeños revele las causas exactas de su muerte. Dos de ellos fueron hallados desnudos y el tercero, en ropa interior.

La policía no confirmó si la acusada, que en numerosas ocasiones cuidó de los niños de su amiga, es también sospechosa del asesinato de estos. De momento, Tiffany Hall es acusada de un delito de asesinato en primer grado, por la muerte de Jimella Tunstall, y de otro de intento de asesinato de un nonato. La autopsia reveló que Tunstall, cuyo cadáver se halló el pasado jueves, se desangró hasta morir por una herida abdominal realizada con un objeto cortante, probablemente unas tijeras.