El móvil del homicida de los ancianos cuyos cadáveres aparecieron el domingo en el Maresme sigue siendo un misterio. La unidad de policía científica de la policía autonómica de Cataluña investiga si el responsable del doble crimen simuló el robo de la vivienda, en una urbanización de la turística localidad de Santa Susanna, para despistar a los investigadores.

Aunque la casa estaba revuelta, todavía no se ha podido confirmar si en su interior faltaba algún objeto, porque los familiares de las víctimas no han podido acceder al inmueble.

FINCA ACORDONADA La finca está acordonada y custodiada por la policía autonómica a la espera de que finalice la inspección ocular, que continuará hoy, para recabar nuevas pistas. De momento, ninguna persona, salvo el vecindario y la comitiva judicial, puede pisar la calle de Bulnes, donde en el número 3 se halla la casa y el terreno propiedad de los fallecidos.

Los agentes policiales no cierran ninguna vía de investigación y continúan interrogando a familiares, vecinos, amigos y conocidos de la pareja de ancianos. Estas declaraciones y la autopsia de los cadáveres --practicada ayer-- podrían aportar nuevos datos que confirmen el móvil del doble homicidio. El del robo, que principio tomó fuerza, ayer pasó a ser otra simple hipótesis.

Las víctimas, Teresa S., de 79 años, y Luigi S., de 72, de origen italiano, fueron halladas muertas por un familiar en su finca sobre las tres de la tarde del pasado domingo. Los dos ancianos habían quedado para comer con su familia el día de Sant Esteve en un conocido restaurante de Santa Susanna, donde tenían reservada mesa para las dos de la tarde.

Los siete miembros de la familia empezaron a impacientarse cuando, pasados unos 40 minutos de la hora de la cita, los ancianos no llegaron. Un pariente decidió ir a buscarlos en la casa. Vio una ventana abierta, desde la que tuvo acceso para abrir la persiana del dormitorio de la pareja. En la cama, estaba estirada y cubierta de sangre Teresa S.

El cadáver del esposo estaba maniatado, sentado en una silla, en una dependencia anexa. Los investigadores destacaron el ensañamiento con las víctimas, cuyos cuerpos presentaban golpes en la cabeza, asestados, posiblemente, con un objeto pesado y metálico.