Una loseta del revestimiento protector, uno trozo de espuma y un pájaro. Esos son los tres elementos que en el lanzamiento del transbordador Discovery protagonizaron lo que NASA llama "acontecimientos de escombros". Ayer, tanto la tripulación como los expertos en tierra de la agencia espacial estudiaban el efecto de esos incidentes y el estado del transbordador, aunque sin evaluar aún resultados.

En ese estudio pesa el recuerdo del incidente similar en el lanzamiento del Columbia --el desprendimiento de un trozo de espuma que golpeó un ala y 16 días después acabó siendo desastroso--, pero pesa también una llamada a la lógica y a la calma. Vigilada por 107 cámaras, la del Discovery es la misión más observada en la historia del programa de transbordadores y la NASA y el mundo están viendo cosas que antes no se veían pero quizá sí ocurrían.

ESPERABAN ESCOMBROS "No he visto nada que destacara", dijo en rueda de prensa Paul Hill, director de vuelo del transbordador, que aunque no restó importancia a lo sucedido sí dio una explicación sobre su calma. "Yo esperaba que hubiera escombros. No podemos hacer nada perfecto, ni reducir algunas cosas a cero, y esperaba que cayeran escombros en un nivel tolerable", subrayó.

Es una expectativa lógica. Según recordaba ayer The New York Times , los "acontecimientos de escombros" han sido normales en el programa de transbordadores. Es más, en las 113 misiones desde 1981, las naves han sido golpeadas unas 15.000 veces, en la mayoría de los casos en el lanzamiento. El diario también explicaba que una de las cámaras de la NASA puede detectar incluso grietas del grosor de dos tarjetas de visita juntas, y añadía que el problema no sería la grieta, sino dónde se produce: por ejemplo, puede ser peligrosa en un ala e inocua en otro lugar.

Los ingenieros de la NASA han reconocido que están preocupados "a un nivel teórico" por el incidente en el que se desprendió un trozo de espuma aislante del depósito de combustible. Respecto al desprendimiento de la loseta, la preocupación es menor. La colisión del pájaro también ha sido descartada como un riesgo pues el animal chocó contra uno de los propulsores en el lado opuesto al transbordador.

DURANTE SIETE HORAS En el espacio, mientras, la tripulación acometía ayer una de las misiones planeadas: inspeccionar el estado del Discovery . Durante cerca de siete horas utilizaron el brazo robótico para comprobar la situación. La herramienta está dotada de una cámara láser y una extensión de 15 metros, lo que permite estudiar con alta precisión toda la nave. Ayer, por ejemplo, hubo imágenes de las alas y del morro. Hoy, el brazo y su cámara revisarán la zona de donde se desprendió la loseta.