El Atlantis despegó ayer para una misión que podría parecer ordinaria, pues representa su viaje 32 y el octavo con destino a la Estación Espacial Internacional (ISS), pero que tiene un valor simbólico descomunal: cuando regrese tras 12 días en el espacio, la nave será trasladada a un hangar y reconvertida en pieza de museo. Luego les llegará el turno a sus colegas Endeavour, en septiembre, y Discovery, en noviembre. A los transbordadores de la NASA, en definitiva, les ha llegado el momento de la jubilación.

El Atlantis despegó a las 20.20 de ayer (hora española) del centro espacial Kennedy (Florida, EEUU) y en menos de dos días atracará en la ISS. "La importancia de todo esto la apreciaremos después de la misión. Creo que el transbordador es la máquina más increíble que la humanidad haya construido jamás", declaró el comandante Ken Ham. El Atlantis y sus colegas casi clónicos, unos enormes vehículos de 37 metros de largo, revolucionaron la astronáutica a inicios de los 80 al convertirse en las primeras naves capaces de aterrizar autónomamente y ser reutilizadas, pero los problemas a raíz del desastre del Columbia (2003) precipitaron su adiós.

El Atlantis transporta a la ISS más de 12 toneladas de equipos, experimentos científicos y suministros. Además de Ken Ham, la tripulación la integran el piloto Tony Antonelli y los especialistas Michael Good, Garrett Reisman, Piers Sellers y Steve Bowen.

Entre otros materiales, el Atlantis lleva seis baterías para la viga central de la ISS, una antena y repuestos para el brazo robótico. El minimódulo ruso Rassvet o MRM-1 se usará como bodega y para el atraque de las naves Soyuz.

CASI ACABADA Cuando acabe la misión, la estación estará casi terminada, por lo que los próximos viajes se emplearán para llevar suministros, laboratorios, repuestos y relevar tripulaciones. Eso sí, una vez se jubilen el Endeavour y el Discovery , la única posibilidad de acceder a la estación será con naves rusas, una posibilidad que ha generado polémica en EEUU. De hecho, aunque la ISS es un proyecto que sufragan 16 países, Washington es de largo el mayor contribuyente.