La edad en que habitualmente se colocan los audífonos descenderá con toda seguridad cuando la generación que ahora ronda la veintena llegue a los 40, auguran los otorrinos. Esos aparatos suelen instalarse a partir de los 60 años, cuando se inicia la presbiacucia, el oído cansado que anuncia el envejecimiento del nervio auditivo. La tecnología aplicada al oído ya ha diseñado diminutos botones invisibles para responder al aumento de demanda.

Los especialistas instan a los trabajadores que utilizan máquinas muy ruidosas a que se protejan los oídos. La construcción, las pistas de aviación, la jardinería y los talleres textiles son algunos sectores de riesgo.