La presión sobre la película Pelota vasca de Julio Medem, se recrudeció ayer. La ministra de Cultura, Pilar del Castillo, dijo que "la posición de partida" del realizador "hace difícil" que el largometraje pueda ser "equilibrado y objetivo". "Poner en un polo a una banda terrorista y en el otro a un Gobierno democráticamente elegido es una postura desde la cual es difícil realizar un documental objetivo", dijo la ministra en San Sebastián, donde entregó el Premio Nacional de la Cinematografía a José Luis Borau.

El escritor y periodista vasco Iñaki Ezkerra, que ha pedido a Medem, junto a la profesora Gotzone Mora, que retirase sus testimonios de la película, declaró ayer que "es una falta de dignidad que no te saquen (de la película) cuando has pedido salir". Ezkerra apostilló que "se trata de una operación de Elkarri al servicio del Plan Ibarretxe".

El alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, condijo que debatir la posible supresión del documental de la programación del Festival Internacional de Cine, como propone el PP, es "antidemocrático" y supone "volver a la censura franquista".