El Gobierno chino confirma el aumento a casi 12.000 del número de fallecidos por el terremoto de 7,8 grados en la escala de Ritcher que sacudió ayer la provincia suroccidental china de Sichuan y otras zonas del oeste del país. Sin embargo, todavía se desconoce el alcance del seísmo en el área de Wenchuan, epicentro del mismo y a la que es muy difícil acceder porque las carreteras están bloqueadas y destruidas, según confirma el primer ministro, Wen Jiabao, desplazado a la zona. El portavoz de la Administración De Terremotos de China, Zhang Hongwei, subraya que el terremoto se sintió en todas las divisiones administrativas del país excepto en la noroccidental Xinjiang y las nororientales Heilongjiang y Jilin. En buena parte de la mitad occidental del país, la intensidad de la sacudida sísmica fue muy fuerte, añade Zhang.Otros responsables gubernamentales destacan que la dificultad principal en las labores de rescate radica en la imposibilidad de llegar por tierra a Wenchuan, donde viven 24.000 personas y cuya situación se desconoce. Zhang agradece a los Gobiernos que ofrecieron ayuda a China y citó expresamente a países como España, Portugal, Chile y México, entre otros. También señala que China aceptará todo tipo de ayuda en forma de donaciones, material de emergencia o equipos de rescate, aunque destaca que lo primero es superar las dificultades que impiden acceder a la zona más afectada.Algunos medios de comunicación chinos criticaron hoy al Gobierno por los rumores que apuntan que en los días previos al terremoto algunos sismólogos predijeron una posible actividad sísmica en el occidente de China.Los medios chinos también mostraron preocupación porque muchos de los edificios derrumbados fueran escuelas y hospitales, y no edificios del Gobierno.La provincia de Sichuan, situada en una región de frecuente actividad sísmica, experimentó casi 2.000 réplicas en las últimas 25 horas, tres de ellas de más de 6 grados, según la Red Sismológica de China.