Cuando el subsidio de desempleo se acaba y los ahorros se agotan, son muchos los que recurren a vender algunos de sus bienes para ir tirando. Unos venden la moto, otros el coche o las joyas,... Algunos están llegando incluso a intentar vender su soltería. En los últimos meses, la crisis ha hecho que en las webs y foros de pequeños anuncios en internet se hayan multiplicado los anuncios colgados por españoles que se ofrecen para contraer matrimonios de conveniencia. En la mayoría de casos se trata de individuos en paro que, a cambio de cantidades que van desde los 3.000 a los 6.000, están dispuestos a casarse con un extranjero para que este pueda regularizar sus papeles en España.

Algunas de esas páginas web son auténticos mercados matrimoniales, con decenas de españoles anunciándose y de extranjeros ofreciendo dinero por una boda blanca, que es como ha bautizado la policía a estos enlaces de conveniencia. "Hola, soy un chico que busca una mujer para casarse por conveniencia por una suma de dinero. Si estás interesada, llámam", señala un joven que firma como Mayo 12. Algunos, y amparándose en que el matrimonio homosexual amplía las posibilidades, se ofrecen a casarse tanto con hombres como con mujeres. Es el caso de un joven mallorquín identificado como Adrián. "Soy un chico de Palma de Mallorca y me ofrezco para casarme por conveniencia con chicos o chicas para regularizar su situación. Interesados, contactar", dice en su anuncio.

En otras ocasiones, los españoles contestan los mensajes dejados en los foros por extranjeras que están dispuestas a pagar por casarse y así conseguir los papeles. Es el caso de Luis, un joven de Barcelona, que respondió el post de Karoll, una joven brasileña que se anunció buscando "un chico que sea serio para el matrimonio de conveniencia. Nada de relaciones y mal rollo. Solo busco el matrimonio por los papeles. ¡Precio a negociar!"

En su respuesta, Luis señala: "Hola Karoll. Me gustaría contactar contigo para detallar el caso. Me interesa mucho". Entrevistado por EL PERIODICO, Luis se muestra muy claro a la hora de explicar qué le ha llevado a ofrecerse para una boda de conveniencia. "La razón de todo esto --dice este joven-- es la crisis. Llevo en paro desde enero, me queda solo un mes de subsidio y no encuentro trabajo por ningún sitio. Y de algún sitio tengo que sacar para pagar el alquiler, que me veo viviendo en la calle". "Si consiguiera un trabajo abandonaría la idea", confiesa.

Otro de los españoles que se anuncian en esas webs es Felipe, un hombre de 40 años, divorciado y en paro, que en su anuncio en internet comenta: "Soy honrado pero la crisis juega malas pasadas". En conversación telefónica con este diario, Felipe reconoció: "Yo sé que esto no es legal. Pero mis hijas tienen que comer y eso no entiende de leyes. Así que, como con esto no robo ni hago daño a nadie, pues me pareció una buena opción".

Pero no siempre son jóvenes. Jaime, un empresario jubilado y arruinado después de que una enfermedad le impidiera gestionar su negocio, reconoce a este diario: "Prefiero cobrar por casarme a pedir dinero a la familia".

En esas páginas también se anuncian muchas extranjeras. Unas ya están en España, como Carmen, una peruana que ofrece 3.000 euros por la boda y 1.000 más en el momento del divorcio. Eso sí, el matrimonio debe durar hasta que ella obtenga la nacionalidad. Otras, en cambio, desde sus países de origen, buscan un español para trasladarse a España. Es el caso de, entre otras, una joven marroquí de la ciudad de Kenitra, que se ofrece a pagar por la boda pero pone una condición: "Abstenerse quien no esté dispuesto a casarse con la ley del islam".