El canciller austriaco, Alfred Gusenbauer, anunció ayer medidas para reforzar la lucha contra los delitos sexuales. Se refirió sobre todo al hecho, muy criticado por el caso del carcelero de Amstetten, de que estos delitos desaparecen de la ficha policial a los 15 años de la condena. Por eso, ya no figuraban en el historial de Fritzl los 18 meses de prisión por una violación, cometida en 1967, cuando en 1992 se investigaba si podía adoptar la a primera niña que liberó.