Las autoridades de El Aaiún aseguraron hoy que el español Babi Hamadi Buyema, fallecido en los enfrentamientos registrados en esa ciudad el pasado noviembre, ha sido enterrado con la autorización de su familia y el respeto a los procedimientos correspondientes. Con ello negaron las acusaciones realizadas desde España por un hermano de la víctima, Lahmad Moulud Alí, que denunció que el entierro se produjo sin el permiso de los familiares y sin que se les notificara el lugar exacto de la sepultura. Fuentes del gobierno local indicaron a Efe que la ceremonia tuvo lugar ayer jueves en la capital administrativa del Sáhara Occidental tras las notificaciones pertinentes y la presencia de algunos familiares. Según las mismas, algunos allegados de la víctima no solo acudieron al sepelio, sino que en declaraciones a la televisión local afirmaron también que la muerte de Hamadi, que tenía documentación española, "había sido un accidente". La versión oficial facilitada a mediados de noviembre por el ministro del Interior marroquí, Taib Cherkaui, apuntaba que el joven, fallecido durante el desmantelamiento del campamento de protesta saharaui de Gdaim Izik, murió atropellado. El balance oficial de esa operación, que desencadenó los enfrentamientos más violentos en la ex colonia española en dos décadas, se saldó con la muerte de otro civil saharaui y de once agentes de las fuerzas de seguridad marroquíes.