Los denominados alimentos Frankenstein -- modificados genéticamente-- han dado un paso adelante después de que el Departamento de Agricultura de EEUU haya anunciado que permitirá el cultivo y la comercialización de arroz que contiene genes humanos. La empresa productora, Ventria Bioscience, tiene la autorización para plantar 12 kilómetros cuadrados de este arroz y planea utilizar las proteínas que extraiga en bebidas, postres y yogures que se venderán como remedios contra la diarrea. Hasta ahora, los alimentos con genes humanos se producían de forma experimental.

Desde que en 1996 apareció el primer puré de tomate modificado genéticamente, este tipo de alimentos con genes de otras especies animales o vegetales se han ido expandiendo a pesar de las críticas de grupos ecologistas y las alertas por sus posibles efectos nocivos sobre la salud de los consumidores y la cadena alimentaria. Lo que Ventria Bioscience planea va más allá: producir arroz genéticamente modificado con los genes humanos que sintetizan las proteínas antibacterianas lactoferrina y lisozima --que están en la leche materna, la saliva y las lágrimas-- y que contribuyen a atenuar los efectos de la diarrea.

Ventria ya ha señalado cuáles son las dos principales fuentes de ingresos que prevé: el primer mundo, con los padres preocupados de las diarreas de sus hijos, y el tercer mundo, donde la diarrea es una de las causas más habituales de mortalidad infantil, sobre todo debido a las pésimas condiciones del agua que consumen. "Podemos ayudar a sanar más rápido a los niños con diarrea", dijo Scott E. Deeter, su presidente.