Meses después de lo que se esperaba, finalmente las previsiones se han cumplido y ha aparecido el primer caso de gripe aviaria en España. Se trata de un somormujo, un tipo de ave acuática que no se caracteriza por ser muy migratoria y que posiblemente ha sido infectada por otra en la provincia de Alava.

Después de los primeros análisis en el País Vasco, el laboratorio de referencia de Madrid confirmó que el ave había muerto por H5N1, la variante más peligrosa de la enfermedad.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, subrayó que se trata de un caso veterinario y que no hay razones para la alarma ni para cambiar nuestros hábitos de vida.

El ave infectada apareció en el humedal de Salburua, en Alava, próximo a Vitoria. Aunque en un principio se creyó que la patogenidad del virus era baja, finalmente los análisis del Ejecutivo vasco y los del laboratorio de referencia en Algete confirmaron que pertenecía a la cepa más virulenta, la H5N1.

ZONA DE TRES KILOMETROS Con estos resultados sobre la mesa, se puso en marcha de manera inmediata el protocolo de seguridad, que consiste en la demarcación de una zona de tres kilómetros a la redonda desde el humedal donde se halló el ave en la que se ha prohibido los movimientos de aves y huevos para incubar --salvo las destinadas a matadero--, las concentraciones de aves en ferias, mercados, la salida de la zona de carne de ave y derivados y la caza de aves silvestres.

Este dispositivo se completa con otro de vigilancia que opera en un radio de diez kilómetros en los que no se permite la salida de aves vivas de la zona en los 15 días siguientes al establecimiento del protocolo; ni las concentraciones de aves, ferias, mercados ni la caza de aves silvestres. Estas medidas estarán en vigor al menos 21 días en la zona de protección y 30 en la de vigilancia.

El presidente del Consejo General de Veterinarios, Juan José Badiola, consideró "curioso" que aparezca un caso positivo de gripe aviaria cuando supuestamente había pasado ya el período de mayor riesgo -la primavera-, y se tenía la alerta puesta de cara al otoño.

No obstante, aseguró que era una realidad previsible teniendo en cuenta lo que ha sucedido en otros países europeos, por lo que cree que "se deben reactivar los sistemas de vigilancia y de lucha".

Tras el Consejo de Ministros, María Teresa Fernández de la Vega aseguró que "no hay ningún motivo para la alarma ni para el cambio de hábitos en nuestra vida diaria" porque "estamos ante un caso veterinario".

"En consecuencia, no tiene incidencia ni en las personas ni en el consumo de aves o productos derivados. No hay razones para la alarma", insistió.

PROTOCOLOS De la Vega recordó que "se han activado todos los protocolos de actuación previstos" y anunció que se convocará la Comisión Interministerial de seguimiento e información que se creó hace un año "y que ha venido funcionando con absoluta regularidad y periodicidad", aseguró.

La Comisión se reunirá el lunes. Además, dijo que el Ministerio de Agricultura "mantendrá puntualmente informados de todos los detalles con total transparencia".