´EL PLANETA DEL TESORO´

DIRECTORES: Ron Clements y John Musker

PAIS: EEUU

SALAS: Cáceres, Badajoz, Mérida

Lo mejor que tiene el departamento de guiones de la Disney, cuando andan huérfanos de originales y deben dedicarse a reciclar historias clásicas, es su capacidad para remodelar y transformar a los personajes instalados en el imaginario colectivo.

El planeta del tesoro lleva al terreno de la animación futurista la espléndida novela de aventuras del escritor escocés Robert Louis Stevenson La isla del tesoro , en la que el aparente villano del relato, el pirata Long John Silver, se erigía en auténtico y monumental protagonista.

Ron Clements, John Musker y el equipo de guionistas de El planeta del tesoro han respetado el protagonismo del corsario con la pata de palo y lo han convertido en un ser mitad humano mitad cyborg, cuyo rostro evoca al del bonachón actor Victor McLaglen y sus artilugios son un cruce entre el armamento de Robocop y las afiladas manos metálicas de Eduardo Manostijeras, aquel personaje creado por Tim Burton.

Logrado el personaje principal y su mascota, que en este caso no es un loro, sino un bicho con capacidad para convertirse en cualquier objeto y persona --un secundario clásico de la escudería Disney, igual que el robot parlanchín y descerebrado que encuentran en el planeta--, los autores del filme trazan un itinerario bastante similar al del libro de Stevenson y recuperan uno de los signos distintivos del estilo de la casa, los fondos pintados al óleo.

ANTIGUOS LIBROS

Es sobre todo en la parte que acontece en el planeta donde se esconde el tesoro, con unos dibujos que recuerdan por igual a las ilustraciones de los antiguos libros de Tarzán como a las aceitosas láminas del ilustrador Frank Frazzeta, donde El planeta del tesoro recupera el esplendor gráfico que caracterizó la edad de oro de la productora.

Los estudios Disney siguen, pues, fieles a sus recursos y a sus principios. La película apuesta por la nueva tecnología para estar a la altura competitiva del mercado, pero el ideario del producto es de lo más clásico. Y aun así, fascina y sorprende.