Los aviones podrán volar en zonas con el doble de densidad de ceniza volcánica permitida hasta la fecha, tras las nuevas medidas introducidas hoy por la Autoridad de Aviación Civil (CAA, siglas en inglés) destinadas a reducir las alteraciones aéreas.

La normativa fijada por la Organización Internacional de Aviación Civil, que nunca había sido cambiada, estipulaba que la presencia de ceniza en áreas de vuelo debería mantener en tierra a los aviones.

No obstante, el pasado abril, tras seis días de cierre del espacio aéreo en la mayor parte de Europa por la nube de ceniza del volcán islandés Eyjafjalla, y después de que los expertos llevaran a cabo las pruebas pertinentes, la CAA aumentó el límite del umbral de seguridad de cero a 0,002 gramos por metro cúbico de aire. Ahora, con la introducción de las nuevas medidas, este organismo ha vuelvo a elevar ese límite de seguridad hasta los 0,004 gramos por metro cúbico de aire, el doble del fijado el pasado mes.

NO SUBESTIMAR AL VOLCÁN

Para que los aviones puedan operar en estas áreas afectadas, las compañías necesitarán la aprobación de la aeronave y de los fabricantes de los motores.

La primera aerolínea que ha logrado dicha aprobación ha sido la británica Flybe, que podrá operar en esa nueva zona de tiempo limitado a partir de las 11.00 GMT de hoy. El consejero delegado de la CAA, Andre Haines, indicó que los fabricantes eran los encargados de determinar los niveles de ceniza volcánica que los aviones pueden tolerar de forma segura.

Este responsable dijo que la actual situación "sin precedentes" requiere "nuevas medidas" a la vez que desaconsejó subestimar los desafíos que plantean los efectos del volcán. "Su proximidad con el Reino Unido, la duración de su erupción continuada y los patrones climatológicos constituyen características excepcionales", subrayó.

Actualmente no hay limitaciones aéreas vigentes al haberse desplazado la columna de humo del espacio controlado por Reino Unido.