La entrevista que José María Aznar ofreció el jueves a la televisión gallega en la que prometió un paquete especial de inversiones para Galicia ha irritado a los sectores afectados y a la oposición, ya que el presidente del Gobierno se refirió a partidas que ya estaban aprobadas antes de la crisis del Prestige.

Aznar le dio la vuelta al lema "Nunca Máis" para cambiarlo por "Galicia, más que nunca", y explicó que habrá una fuerte inversión para paliar los efectos del vertido. Añadió que esta comunidad "verá en esta década cómo sus grandes capitales se conectarán por alta velocidad con el resto de España y con Europa", aludió a mejoras en todas las infraestructuras y sentenció que su Gobierno va a ocuparse "a fondo de Galicia". Pero todas esas inversiones ya habían sido anunciadas por el Ministerio de Fomento el 25 de septiembre.

LA CORRECCION DE ARENAS

De hecho, el ministro de Administraciones Públicas y secretario general del PP, Javier Arenas, reconoció ayer que aún no está listo el plan para Galicia al que se refería Aznar. El ministro explicó que el Gobierno trabaja en el desarrollo de este paquete de medidas, que calificó como "más ambicioso de lo establecido en los Presupuestos generales", pero que no estará concretado hasta fin de mes.

Por eso la intervención de Aznar resultó "ofensiva" para algunos marineros, que la consideraron "vacía de contenidos". Lo mismo opina la oposición. La segunda fuerza política gallega, el BNG, entiende que las declaraciones del presidente del Gobierno son "propagandísticas".

El diputado nacionalista en el Congreso, Francisco Rodríguez, considera que no hay medidas concretas, por lo que las palabras de Aznar "no obligan a nada" y no se sabe con cuánto dinero se cuenta en la crisis. Además, criticó las "tácticas" del Gobierno para hacer ver que se trata de "un problema de iniciativa solidaria y caritativa", por lo que su partido se comprometió a "mantener la tensión movilizadora".

Los socialistas calificaron la entrevista de "ejercicio de otras épocas ya superadas por la democracia". El líder del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, acusó a Aznar de devaluar la "función democrática" de la política, por no asumir sus responsabilidades y por atribuirse el mérito del voluntariado.

Touriño calificó la entrevista de "forma autoritaria de ejercer la política", al recurrir a un ente público para "desacreditar a la oposición". Además, aseguró que Galicia "no necesita cifras grandilocuentes", sino compromisos.