La formación postobligatoria (Bachillerato y FP) sigue siendo el talón de Aquiles de la educacion española. El porcentaje de alumnos que logró la titulación en esta etapa ha sido del 73%, un punto menos que en el año anterior. Aunque el avance ha sido notable si se compara con el 2001, la media española todavía sigue 7 puntos por debajo de la correspondiente a la OCDE (80%) y a 10 de la UE.

No obstante, la secretaria de Estado de Educación, Eva Almunia, ha destacado hoy en la presentación del informe de la OCDE sobre el paronama de la educación que "los datos de escolarización y de titulación en etapas postobligtorias nos permiten ser optimistas ante la evolución del abandono temprano, el principal reto del sistema educativo español".

El informe pone de manifiesto que en el curso 2007/08 el 81% de los alumnos de entre 15 y 19 años siguen estudiando después de la Secundaria, ocho puntos más que en el 2001. También ha señalado el incremento en el número de alumnos que logran el título de Bachillerato o FP de grado medio en el año que les corresponde y que se sitúa en un 73%, frente al 66% que lo lograba en 2001.

AVANCE EN LA FORMACIÓN ADULTA

Por otra parte, el estudio que realiza anualmente la OCDE recoge el importante avance en el nivel de formación de la población adulta en nuestro país: el número de jóvenes de entre 25 y 34 años que hoy tienen un título de Bachillerato, FP de grado medio o enseñanzas superiores (65%) es más del doble del de hace 30 años (29%). En consecuencia, la esperanza de vida escolar, que se sitúa en España en 17,2 años, se acerca a la media de la OCDE y la UE.

"La apuesta que los jóvenes hacen hoy por la educación ha logrado que España haya mejorado su nivel de formación más rápido que cualquier otro país, que tengamos más titulados superiores que la mayoría y que estemos dando el empujón definitivo a nuestra gran debilidad, la Secundaria postobligatoria y, especialmente, la FP de gradio medio", ha subrayado la secretaria de Estado.

INVERSIÓN RENTABLE

Desde el punto de vista económico y social, la inversión en educación es rentable porque produce beneficios tanto individuales como colectivos. Y a este análisis la OCDE ha dedicado este año una especial atención.

El presupuesto destinado en España a la educación supone un 13% del gasto total del Gobierno y desde 1995 el incremento del gasto por alumno ha sido del 40%. De hecho, pese a que en los datos del 2007 no se refleja el gran esfuerzo inversor de los últimos años, que ha situado el presupuesto destinado a educación con respecto al PIB en el 5,11%, solo a 2 décimas del promedio de OCDE, el gasto por alumno es superior en España que en la mayoría de los países (2 puntos).

En España, al igual que en el resto, la inversión en educación se recupera con creces. Aunque en España ese retorno no alcanza los niveles más altos, podemos asegurar que por cada euro que invertimos en educación, recibimos dos. En educación, los beneficios duplican el coste de la inversión.

Solo desde un punto de vista económico, la suma del beneficio individual y colectivo que produce un hombre con una titulación superior supone en España más de 180.000 dólares (la media de la OCDE son 350.000 dólares).

RELACIÓN ENTRE FORMACIÓN Y EMPLEO

Por otro lado, el estudio demuestra que la educación se convierte en la clave para que los jóvenes tengan un futuro mejor y un empleo mejor pagado. Así pues, tanto en España como en la OCDE y en la UE, la tasa de desempleo disminuye según aumenta el nivel educativo y lo hace con mayor intensidad en el caso de las mujeres.

Las variaciones respecto al 2007 son inapreciables en el caso de la OCDE y la UE. Sin embargo, en España el desempleo ha crecido más de un 6% en el caso de personas que solo completaron la educación obligatoria y poco más de medio punto para aquellos que tienen un título superior. Por lo que se evidencia que a menor formación, menores son las expectativas laborales y salariales.

EN BUSCA DE LA EFICACIA

En la actual situación de crisis es especialmente necesario valorar la eficacia de la inversión en educación. Por eso la OCDE dedica una parte importante de su análisis al entorno de los centros y del aprendizaje. Es este sentido, España muestra un buen resultado, con profesores mejor remunerados que la media de la OCDE y la UE, más veteranos en la Primaria y más jóvenes en Secundaria que en la mayoría de países.