Las ventas de tabaco aumentaron de 1989 hasta el 2005 (incremento anual de 12 cigarrillos per cápita), pero a partir de entonces el consumo se reduce rápidamente. Hay, no obstante, dos fases: una a partir del 2006, con un retroceso de 124 cigarrillos de media anual per cápita, con una vinculación clara a la crisis económica, y uno más ligero desde el 2010. La SEE, no obstante, advierte del gran incremento del consumo de tabaco de picadura, que representa ya el 9% del total, y también el de puros.