Sólo en verano, la banda desarticulada por los Mossos d´Esquadra, consiguió entrar y robar en 54 domicilios de Cataluña. Los 10 detenidos pertenecen a uno de los grupos de silenciosos que operan en el territorio. Se conoce por silenciosos a los delincuentes que acceden a los domicilios aprovechando la noche intentando no ser vistos. El año pasado, y sólo en Cataluña, estos grupos que traen de cabeza a Mossos d´Esquadra, Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil, robaron en más de 500 casas.

Los 10 detenidos habían diversificado tanto su actividad delictiva que tocaban todos los palos. Las investigaciones se iniciaron en verano. Y los agentes pudieron confirmar su participación en algunos de los robos gracias a la identificación que realizaron algunas de las víctimas que, al despertar, se cruzaron con ellos.

De estos 10 arrestados, sólo dos entraban a las viviendas. Sólo les interesaban las tarjetas de crédito, el dinero en efectivo y las joyas. Como novedad, el intendente Joan Carles Molinero dijo ayer que, nada más salir de la vivienda asaltada, y en el mismo vehículo en el que huían, los ladrones falsificaban documentación que ya tenían preparada con el nombre del titular de las tarjetas de crédito que acababan de sustraer.

¿Qué conseguían? Limpiar las tarjetas mientras su dueño aún dormía. ¿Dónde y qué compraban de madrugada? Tabaco y tarjetas telefónicas en las tiendas de las gasolineras.

Pero la banda se dedicaba a muchas más cosas. Por ejemplo, distribuía productos falsificados, principalmente bolsos de marcas de lujo, y relojes. También perfeccionaron el famoso truco del nazareno. En este caso, el grupo alquilaba un local industrial e inventaban una empresa fantasma con documentación falsificada. La mayoría de los detenidos, entre ellos un menor, ya habían sido arrestados antes.