Este año, el Rey no irá a esquiar a Baqueira. Tampoco acudirá José María Aznar, quien ha anunciado que se quedará en Madrid, trabajando. Las ausencias han causado una gran conmoción en el valle leridano, hasta donde han empezado a llegar algunas anulaciones de los que se pirran por encontrarse con la realeza y los políticos y que a falta de esos atractivos, prefieren el Caribe. Pero, los hoteleros y los restaurantes no tienen por qué preocuparse, porque ahora volverán al Valle de Arán todos los que dejaron de ir en éstos últimos años de fervor popular.

Hace unos días, Aznar dejó saber que estas navidades no serán para él un periodo de vacaciones: el horno no está para bollos por el chapapote gallego. El presidente es muy mirado para esas cosas y prefiere quedarse en Madrid vigilando la costa.

Difícil papeleta la que le queda al Rey si el presidente cree que ir a Baqueira es una frivolidad. Los reyes suelen diferenciarse de los presidentes del Gobierno en que lo son todos los días del año y, en la mayoría de los casos, todos los días de su vida, así que si no pueden abandonar la corona ni durmiendo, menos aún cuando, en teoría, están de vacaciones. Es lo que tiene ser monarca. Los cargos políticos, sin embargo, tienen una vida laboral mucho más reducida.

Juan Carlos, sin embargo, tenía decidido no ir a la estación leridana desde hace algunas semanas. Primero por el agobio; segundo porque tras el accidente que sufrió hace diez años, su rodilla ya no es la que era y tercero, porque con las hijas casadas y el hijo buscando novia, no hay manera de reunir a la familia y para eso, mejor quedarse en casa.