22 millones de euros mensuales costarán los diez barcos procedentes de Carboneras (Almería), Marsella (Francia) y Tarragona que a partir de la primera quincena de mayo llevarán agua a Barcelona para evitar restricciones en verano en el área metropolitana.

El consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, explicó ayer que el Puerto de Barcelona ya está listo para recibir los primeros buques cisterna, a falta, únicamente, de que se firmen los contratos con las compañías navieras para hacer efectivo este operativo de emergencia.

Según las previsiones, los dos de Tarragona llegarán la primera quincena de mayo, mientras que la segunda quincena se incorporarán cinco buques que transportarán agua potable y prepotable de Marsella. En agosto, recibirá el agua sobrante de la planta desaladora de Carboneras.