El barco negrero que pretendía llegar a las Islas Canarias con más de 600 inmigrantes irregulares en su interior dio ayer media vuelta y regresó al continente africano, tras percatarse su tripulación de que dos embarcaciones de la Armada española lo habían localizado, según aseguró ayer la Delegación del Gobierno en el archipiélago.

Un avión del Ejército del Aire localizó el pasado sábado al pesquero cuando navegaba a unas 140 millas al suroeste de la isla de El Hierro, fuera de las aguas jurisdiccionales españolas. El dispositivo de seguimiento, controlado directamente desde el Ministerio de Defensa, incluyó una corbeta y una patrullera de la Armada, al igual que un avión del Servicio Aéreo de Rescate.

Tanto Defensa como la Delegación del Gobierno aseguraron que en ningún momento la Armada tuvo que intervenir, ya que su mera presencia disuadió a los tripulantes de intentar entrar en las aguas territoriales españolas. Anoche, no había trascendido el puerto del que partió el barco negrero ni a dónde se dirigía tras cambiar su rumbo, aunque los servicios secretos españoles apuntaron como hipótesis que zarpara de Guinea Conakry o Senegal.

NUEVAS RUTAS La localización de este navío confirma la tesis defendida por la Delegación del Gobierno de que tras controlar la crisis de los cayucos procedentes de Mauritania de las pasadas semanas, las mafias que trafican con personas buscarían nuevas rutas con barcos de grandes dimensiones partiendo de puntos más alejados.

Desde Mauritania siguen llegando, sin embargo, un goteo de embarcaciones. Si el domingo fueron detenidos 35 inmigrantes que navegaban cerca de la isla de El Hierro, las patrulleras interceptaron ayer una embarcación con 41 adultos y tres menores a una milla de Tenerife.

El cayuco, de 12 metros de eslora y dos de manga y con dos motores, procedía de Mauritania y no llevaba ningún sistema de navegación por satélite como los que se han encontrado en la mayoría de embarcaciones. Todos sus tripulantes se encontraban en buen estado.

Marruecos repatrió ayer a Senegal, a un grupo de 83 ciudadanos de este país que habían entrado ilegalmente en el Sáhara, desde donde pretendían dar el salto a Canarias. El avión partió desde el aeropuerto de Dajla (Sáhara Occidental).

El consejero de Presidencia y Justicia del Gobierno de Canarias, José Miguel Ruano, se quejó de falta de información por parte del Gobierno autonómico sobre la posible llegada del barco negrero.