El bebé de 18 días fallecido el pasado domingo en la ciudad de Tarragona murió desangrado después de que le practicaran una circuncisión casera y sin garantías sanitarias, han informado fuentes judiciales. El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Tarragona que lleva el caso imputa a la mujer de nacionalidad nigeriana que llevó a cabo la circuncisión un delito de homicidio imprudente, aunque por el momento no ha sido detenida, han señalado fuentes policiales.

El juez ha recibido hoy la autopsia practicada al cadáver del menor, que indica que el pequeño falleció a causa de un shock originado por una pérdida masiva de sangre de una herida localizada en el pene. Los hechos sucedieron hacia las 21.30 horas del pasado domingo, 18 de noviembre, en un domicilio del barrio del Pilar de Tarragona donde residía la familia de la víctima, de origen nigeriano.

Servicios sanitarios, dotaciones policiales y una comisión judicial se desplazaron hasta la vivienda tras recibir el aviso, pero el forense sólo pudo certificar la muerte del bebé, que en un primer momento se pensó que podría haberse ahogado tras tragarse su propio vómito. Sin embargo, el forense constató después que el pequeño presentaba una herida sangrante debida a que recientemente se le había practicado la circuncisión (extirpación o amputación del prepucio del pene), un extremo que ha confirmado la autopsia.

El juez instructor del caso tomó ayer declaración a los padres de la víctima en calidad de testigos, que habrían implicado en los hechos a la mujer nigeriana. Fuentes judiciales han señalado que la situación de los padres podría cambiar en las próximas horas.