El Centro de Fertilidad de Newcastle ha recibido la primera autorización en el Reino Unido para crear el primer bebé a partir del material genético de dos madres y un padre. Gracias a esta técnica pionera se suprime un grave defecto en las mitocondrias, la parte de la célula que convierte la comida que ingerimos en energía. Esa anomalía genética provoca numerosas muertes y graves minusvalías. «Es una buena noticia para los pacientes», señala el equipo científico británico. Algunas familias han sufrido la pérdida de varios niños a causa de este mal, que se transmite sólo por vía materna. Uno de cada 4.300 bebés nace con graves síntomas de atrofia muscular, ceguera, fallos en el corazón, el hígado, o retrasos de aprendizaje, entre otros males. A menudo la enfermedad resulta mortal.

Hannah Smith, una mujer con larga melena rubia, de 29 años, conoce desgraciadamente muy bien todos esos problemas. «Mi familia padece el trastorno en las mitocondrias. Mi madre sufre el síndrome de melas, que se traduce en ataques cerebrales, epilepsia, diabetes y sordera. Necesita cuidados las 24 horas del día y es un mal que yo puedo transmitir», ha contado en una entrevista a la BBC. Hannah quedó «destrozada» cuando descubrió que era portadora del defecto genético. «Todo el mundo piensa que puede formar una familia, pero para mí fue un shock tremendo cuando descubrí que cada niño que tuviera podía sufrir la horrible enfermedad que tiene mi madre».

La nueva técnica de reproducción abre para ella y su pareja, Rob Southerd, la posibilidad de tener hijos con el defecto genético eliminado definitivamente para futuras generaciones. Ambos están en contacto con el Centro de Fertilidad de Newcastle, pionero en este tipo de tratamientos y es muy posible que elijan la nueva opción de fecundación in vitro. «Es una gran esperanza para nosotros. Ahora es posible tener un hijo genéticamente tuyo, pero sin que se vea afectado por el trastorno en las mitocondrias, que es algo absolutamente devastador».

La técnica fue autorizada por el Parlamento británico en el 2015. Su aplicación es muy estricta y el examen se hace caso por caso. El organismo regulador de la reproducción y fertilización humana debe aprobar cada petición clínica del tratamiento, para cada paciente. El primer bebé gestado por este procedimiento en el Reino Unido podría nacer a finales de este año, o más probablemente en el 2018. No será una primicia mundial, en cualquier caso. El año pasado, gracias a tres donaciones genéticas distintas, llegó al mundo Abrahim Hassan. Sus padres, una pareja jordana y los médicos en Nueva York, llevaron a cabo el proceso en México. El niño nació sano y al parecer no sufre problema alguno de salud.

ADN mitocondrial

En la nueva técnica los científicos utilizan los óvulos de la madre y el esperma del padre en una fecundación in vitro, en la que reemplazan el ADN mitocondrial defectuoso por el sano tomado de un óvulo donado por otra mujer. Todo lo que define la personalidad y los rasgos físicos del nuevo ser humano en proceso de creación, proviene de sus padres. La cantidad de ADN de la donante es ínfima, pero su participación resulta imprescindible.

El equipo de Newcastle considera que puede ofrecer tratamiento a 25 mujeres al año, pero ese objetivo sólo se podrá cumplir si poseen suficientes donaciones de óvulos. El hospital ha iniciado una campaña con ese fin y hecho un llamamiento a las mujeres menores de 35 años en la región. «El desarrollo de las nuevas técnicas depende por completo de la voluntad de las mujeres en el Noreste (de Inglaterra)», afirma la profesora Mary Herbert, que forma parte del grupo de Newcastle. Los científicos necesitan óvulos para seguir investigando y a partir de ahora también para iniciar los tratamientos clínicos. «Después de tantos años de investigación en este campo», la autorización, «para poder al fin ayudar a las familias afectadas por estas terribles enfermedades es enormemente gratificante», señala la profesora Herbet.