Puede que suspendieran su boda hace una semana y que la prensa anglosajona diese por finalizado su noviazgo, pero Jennifer López y Ben Affleck (en la foto) van a su aire y han sido vistos juntos cogidos de la mano. La extraña pareja acudió el lunes a unos juzgados de Georgia para conseguir unos papeles, no para casarse, sino para que el actor obtenga una licencia de armas.

Barry Wilkes, un empleado de los juzgados del condado Liberty, cerca de la ciudad de Savannah, declaró ayer que la pareja acudió para hablar sobre la seguridad de la residencia del actor en Georgia, aunque en ese juzgado también se obtienen las licencias matrimoniales.

Fuentes consultadas por la revista People --que avanzó la ruptura de los actores-- afirmaron que Affleck pidió una licencia para cazar que le permitirá disparar un arma en su mansión en la isla Hampton, cerca de Savannah.