Cientos de alemanes acudieron ayer al zoológico de Berlín para ver en directo al animal estrella de la primavera alemana: el oso Knut. Superviviente de un parto en el que falleció su hermano gemelo, plantígrado paria tras ser rechazado por su madre y oso vedete salvado de la muerte por el cuidador Thomas Dorflein, la diminuta cría deleitó a los entregados berlineses que hicieron largas colas para verlo. Knut, convertido en símbolo, ahora se deja querer.

El oso polar mono y pequeñín crece semana a semana y pronto perderá encanto. Además, los responsables del parque se plantean trasladarlo a otro zoo para que crezca en compañía de otros oseznos, pues es imposible que viva en la misma jaula de su madre: lo mataría.

Dorflein alimentó al oso Knut con biberón durante tres meses y el viernes se presentó con él ante unos 500 periodistas. Allí el ministro alemán de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel, anunció que el osezno será el símbolo de la conferencia mundial sobre protección de las especies este año en Bonn.