El Gobierno italiano, con Silvio Berlusconi al frente, aprobó ayer por la tarde un proyecto de ley para tratar de impedir la suspensión de la alimentación y la hidratación a Eluana Englaro, la mujer de 38 años que lleva en estado de coma vegetativo desde 1992 y a quien un grupo de médicos del Hospital La Quiete de Udine ya le ha empezado a aplicar un protocolo para reducir paulatinamente el 50% de los nutrientes que hasta ahora le suministraban para mantenerla con vida. El polémico primer ministro impulsó la medida después de que el presidente de la república, Giorgio Napolitano, se negara a ratificar un decreto de ley aprobado ayer por el Consejo de Ministros para evitar la eutanasia al considerar que podía ser anticonstitucional. Il Cavaliere pretende esquivar el veto del jefe del Estado.

TRAMITES EN EL SENADO En Italia, para que un decreto ley pueda aplicarse es imprescindible la firma del presidente. Y visto el rechazo de Napolitano, a Berlusconi no se le ocurrió otra alternativa que convocar a toda prisa un Consejo de Ministros vespertino para evitar lo que según él es una "omisión de socorro" a una persona cuya vida corre peligro. "Hemos adoptado el mismo texto que el decreto de esta mañana, solo que bajo la forma de proyecto de ley", explicó en rueda de prensa el dirigente conservador. Ahora, el objetivo del primer ministro es enviar urgentemente el proyecto de ley al Senado para que convoque de forma inmediata a sus grupos con el fin de agilizar los trámites para prohibir que se continúe con el protocolo de reducción de la alimentación a Eluana.

48 HORAS Algunos expertos consideran que el estado físico de la mujer entrará en una situación irreversible en 48 horas, por lo que Berlusconi está intentando acelerar todos los mecanismos legislativos que le permitan evitar el fallecimiento de Eluana. Su actuación, sin embargo, y como era de esperar, no estuvo ausente de críticas. Los partidos de la oposición, quienes recordaron que la autorización de desconectar a la enferma fue ratificada por el Tribunal Supremo tras una larga batalla legal de su padre, le acusaron de buscar "deliberadamente" un conflicto institucional con el presidente de la república. Existe "un grave peligro para la democracia" dada la posibilidad de crear un precedente para que la sentencia de un juez pueda ser anulada por decreto porque así lo quiera el pez gordo de turno, espetó el líder de Italia de los Valores.

"Talibanes, ayatolás" y "lefebvrianos de la política" fueron algunos de calificativos recibidos por Berlusconi, que recibió el apoyo del Vaticano y conservadores.