En Italia, a los miembros del crimen organizado se les conoce como mafiosi (mafiosos) y en Rusia, como vor v zakonen (ladrones en ley). En Marruecos también se ha acuñado una expresión para los narcotraficantes. Los marroquís les llaman beznassa, una derivación coloquial de businessman (hombre de negocios, en inglés). Se trata de clanes mafiosos que han crecido en paralelo al florecimiento del tráfico de hachís y que se basan sobre todo en estructuras familiares de las tribus bereberes del Rif marroquí. Sin embargo, aunque es en esa cordillera del norte de Marruecos donde se cultiva el hachís, las principales familias beznassa residen a miles de kilómetros de allí: en Holanda y en Bélgica. Por eso no sorprendió a los agentes que realizaron la operación que Mohamed Nassiri viviera en Holanda y diera las órdenes en holandés.

El modo de vida de los beznassa es similar al de otros mafiosos (con una importante inclinación al alcohol y las mujeres) y sus familias suelen vivir de forma muy occidental. No obstante, suelen recurrir poco a la violencia. Para limpiar su conciencia islámica, acumulan donativos a mezquitas o argumentan que con la droga "ayudan a corromper la sociedad occidental". A diferencia de otros grupos mafiosos, los beznassa son pequeñas estructuras familiares que subcontratan la mayor parte de las labores relacionadas con el narcotráfico.