Después de contaminar 400.000 ordenadores en todo el mundo y de fracasar en su intento de colapsar la web de Microsoft, el virus MSBlast, mejor conocido como Blaster, ha perdido fuerza y capacidad de penetración. La tasa de infecciones desde que el gusano entró en acción, el pasado lunes, se ha reducido un 50%, aunque lo que ahora preocupa a los expertos son los nuevas versiones del bicho: Blaster.C y Teekids, que desde ayer están infectando cerca de 1.000 ordenadores cada hora.

"Creo que el virus es un fiasco", dijo ayer Bruce Schneier, fundador de la compañía de seguridad informática Counterpaine. "Microsoft se ha retirado de la trayectoria de la bala", agregó. Se refería a la decisión del gigante informático de eliminar la web windowsupdate.com, que el virus amenazaba con atacar el viernes. Una maniobra de distracción, ya que la página que alberga la información que el Blaster quería destruir es windowsupdate.microsoft.com.

En ésta, una de las páginas claves de la compañía, los usuarios de Windows pueden acceder a los parches e instrucciones para remediar problemas de seguridad.

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