En vísperas de la multitudinaria misa en defensa de la familia convocada para mañana en la madrileña plaza de Colón por el presidente de la Conferencia Episcopal (CEE), Antonio María Rouco Varela, la cúpula de la Iglesia española se ha movilizado en las últimas horas para hacer llegar a la sociedad sus mensajes en contra del aborto, el divorcio y los matrimonios entre homosexuales. En el marco de esa ofensiva, el obispo de Bilbao y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, ha ido un paso más allá y ha expresado su oposición a la fecundación asistida, con el argumento de que "la persona humana es engendrada, no fabricada".

Blázquez incluye este alegato en la homilía que pronunciará mañana con motivo de la celebración de la Sagrada Familia. El obispo se remite al documento sobre bioética Dignitas personae , preparado por la Congregación para la Doctrina de la Fe y presentado el día 12 en el Vaticano, para sustentar su condena de los métodos de fecundación artificial.

En el texto, Blázquez señala, además, que el matrimonio es "el ámbito adecuado" para concebir y educar a los hijos y expresa su preocupación por la situación actual del matrimonio y la familia debida "al crecimiento muy preocupante divorcios", una tendencia que vincula a "la aprobación de la ley del llamado divorcio exprés".

Las uniones entre homosexuales ocupan también un lugar entre los elementos que, a juicio del obispo, amenazan gravemente a la institución familiar. Por ello en su homilía subraya que la familia debe definirse como "la unión estable por amor de un varón y de una mujer", y hace votos para que España pueda "superar la desfiguración sustancial que significa llamar matrimonio a la unión de dos personas del mismo sexo".

Sobre la celebración del domingo, auguró "una presencia masiva", ya que, según dijo, llegarán de fuera decenas de miles de personas, mientras que Madrid "estará entera".