El bloque afectado por la explosión de gas de Gavà tenía 12 viviendas, cuatro por planta, y formaba parte de una promoción de viviendas protegidas en régimen de alquiler que impulsó la Generalitat.

La promoción pública, que se terminó de construir hace 11 años, incluye cinco edificios, con 60 pisos. Los inquilinos pagan un alquiler mensual de entre 300 y 400 euros. Las casas tienen de 70 a 80 metros cuadrados.