Boliden, la empresa sueca responsable del vertido tóxico de 1998 en Aznalcóllar (Sevilla), no cobrará de las empresas constructoras ACS, Intecsa, Geocisa y otras sociedades que construyeron la mina, 248 millones de euros. Así lo decidió ayer una jueza de Madrid por entender que la única responsable de "uno de los mayores desastres ecológicos" es la empresa sueca.

Para la juez, la rotura "no puede calificarse como un accidente fortuito e inevitable", ya que Boliden tenía que haberse "implicado más directamente en la vigilancia de los instrumentos de control".

Asimismo, la magistrada recuerda que dos años antes de accidente, un trabajador de la empresa denunció "que algo estaba ocurriendo" respecto a la forma de recrecer la mina, situada cerca del parque nacional de Doñana, desde que la empresa sueca se hizo cargo de la explotación.

Por ello, la magistrada madrileña se niega a dar la razón a Boliden y rechaza que las empresas constructoras de la mina hayan incumplido sus contratos. Por ello, le impone el pago de los costes judiciales.