José Bono, presidente del Congreso, católico y persona que discrepa "en la Iglesia, no de la Iglesia", arremetió ayer contra el Vaticano por su forma de encarar los escándalos de abusos sexuales de clérigos a menores. En su opinión, la respuesta, caracterizada bien por el silencio (caso de España), bien por acusar a los medios de un supuesto "anticlericalismo" (caso de la Santa Sede), "no puede ser más equivocada". "La pederastia, sea hecha por personas con sotana o pantalón corto, debe ser condenada, y desde el punto de vista de la Iglesia no solo desde la vía penal, sino también por una cuestión moral --sostuvo en TVE--. La jerarquía está actuando torpemente al no decir con claridad que un grano no hace granero y que no se puede generalizar".